¿Alguna vez has terminado una sesión de coaching con la sensación de que, aunque mantuviste una conversación agradable, no conseguiste el impacto transformador que buscabas? Muchos coaches, tanto principiantes como experimentados, enfrentan el reto de estructurar conversaciones que fluyan con naturalidad mientras acompañan al cliente hacia resultados verdaderamente significativos.
A lo largo de este artículo, exploraremos el modelo de coaching EEI (Enfoque, Exploración, Integración) desarrollado por los fundadores de Kyooreas, Lucy Johannsohn y Jesús Hernández Tapia en 2021. Este marco, tan elegante como potente, ofrece una estructura clara para conversaciones de coaching que respetan la agenda del cliente mientras facilitan descubrimientos profundos y acciones concretas.
Al incorporar este modelo en tu práctica, contarás con una herramienta versátil que potenciará tus habilidades como coach, tanto si estás comenzando tu camino profesional como si buscas perfeccionar tu práctica actual.
El Reto de la Estructura en el Coaching
Antes de adentrarnos en el modelo EEI, es importante establecer el contexto sobre la estructura en las conversaciones de coaching.
Estructura en coaching: Un marco intencional que orienta el flujo de una conversación de coaching mientras preserva la flexibilidad necesaria para seguir la agenda emergente del cliente.
Como señala Michael Bunjay-Stanier, uno de los principales desafíos para los coaches principiantes es "domar al monstruo del consejo" - esa tendencia natural a querer ofrecer soluciones en lugar de facilitar el descubrimiento. Una conversación estructurada nos ayuda a resistir esta tentación mientras guiamos el proceso de manera efectiva.
La tensión entre estructura y flexibilidad constituye uno de los retos fundamentales para quienes ejercen el coaching. Con escasa estructura, las conversaciones tienden a dispersarse sin alcanzar conclusiones aplicables; con excesiva estructura, corremos el riesgo de imponer nuestra agenda y perder la conexión genuina con las necesidades del cliente.
El modelo EEI ofrece un equilibrio eficaz: proporciona un camino claro sin dictar cada paso del recorrido.
El Modelo de Coaching EEI: Una Estructura en Tres Fases
El modelo EEI, como su nombre indica, consta de tres fases distintas pero interconectadas: Enfoque, Exploración e Integración. Cada fase tiene objetivos específicos y preguntas potentes que facilitan el avance a través del arco de coaching.
Fase 1: Enfoque - Claridad y Alineación
Objetivo principal: Establecer claridad sobre el tema, evaluar la brecha entre el estado actual y el deseado, y alinear expectativas para la conversación.
En la fase de Enfoque, acompañamos al cliente para identificar y articular el tema central que desea abordar. Esto trasciende la pregunta superficial inicial, y nos permite llegar a la esencia de lo que verdaderamente importa.
Es aquí donde cultivamos esa conexión inicial y confianza tan necesarias para una conversación transformadora. Sin un enfoque claro, las conversaciones pueden volverse difusas rápidamente, perdiendo dirección y propósito. Como coach, tu objetivo es co-crear con tu cliente una comprensión compartida de lo que abordará la conversación (y lo que no).
Durante esta fase, es imperativo ralentizar el ritmo y asegurar que ambos tienen absoluta claridad sobre el tema a tratar y los resultados deseados de la conversación.
En la práctica: Comienza con preguntas abiertas que inviten al cliente a expresar lo que realmente quiere conseguir:
"¿En qué puedo acompañarte hoy?"
"¿Cuál es el verdadero reto aquí para ti?"
"¿Qué te gustaría llevarte de nuestra conversación hoy?"
"¿Dónde te encuentras ahora y dónde te gustaría estar?"
"¿Qué te indicará que hemos avanzado realmente en este desafío hoy?"
Estas preguntas no son simples formalidades introductorias—son herramientas potentes para:
Establecer un contrato claro para la sesión
Ayudar al cliente a articular lo que realmente quiere abordar
Identificar la brecha entre el estado actual y el deseado
Establecer parámetros para medir el éxito de la conversación
Punto clave de atención: Dedica tiempo suficiente a esta fase. Muchos coaches principiantes avanzan con demasiada rapidez hacia la exploración sin haber logrado una verdadera claridad sobre el propósito de la conversación.
Es importante señalar que, en algunos casos, especialmente cuando trabajas con un cliente nuevo, puedes decidir centrarte exclusivamente en esta fase de Enfoque para desarrollar la relación, dejando las fases posteriores para sesiones futuras.
Ejemplo de aplicación: Ana, una directiva de nivel medio, comienza expresando su frustración con su equipo. A través de preguntas enfocadas, descubres que el verdadero tema no es el rendimiento del equipo, sino su propia inseguridad sobre cómo gestionar un inminente cambio organizativo. Este nivel de claridad proporciona un enfoque mucho más valioso para la sesión.
Un reto habitual: Los clientes suelen presentar "problemas de superficie" que no representan su preocupación más profunda. La fase de Enfoque nos permite indagar con delicadeza para descubrir el núcleo del asunto.
Fase 2: Exploración - Profundizar con la Persona Integral
Objetivo principal: Facilitar insights transformadores a través de una comprensión profunda de la situación actual y el descubrimiento de nuevas posibilidades.
La fase de Exploración va mucho más allá de simplemente recopilar información o generar ideas para soluciones. Su verdadero propósito es crear un espacio donde el cliente pueda distanciarse de sus circunstancias inmediatas y verse a sí mismo y a su situación con nuevos ojos.
Lo que distingue esta fase y la transforma de una conversación ordinaria en un poderoso proceso de coaching es que ayudamos al cliente a establecer conexiones que no habría hecho por sí mismo, a cuestionar creencias limitantes y, en última instancia, a cambiar su percepción tanto de sus desafíos como de su capacidad para abordarlos.
La fase de Exploración reconoce una verdad fundamental: estamos acompañando a una persona completa, no solo abordando un problema aislado. Los retos existen dentro de un contexto más amplio de fortalezas, valores, experiencias y sistemas.
Una vez establecida la confianza y habiendo clarificado el enfoque de la conversación, pasamos a la parte más dinámica y reveladora del proceso. Es aquí donde realmente llegamos al corazón de lo que está limitando al cliente y exploramos nuevas posibilidades para superar su desafío. Durante esta etapa, querrás asegurarte de escuchar al cliente en su totalidad (no solo sus palabras, sino también prestando atención a su lenguaje corporal), hacer preguntas potentes y profundizar en el análisis.
La fase de Exploración puede dividirse en dos momentos clave, cada uno con su propio propósito transformador:
Exploración del Estado Actual
En este primer momento, buscamos desarrollar en el cliente una mayor autoconciencia y una comprensión más profunda de su situación. No se trata solo de recopilar hechos, sino de reconocer patrones, aceptar emociones, comprender factores sistémicos y descubrir puntos ciegos que podrían haber pasado desapercibidos:
El meollo del asunto:
"¿Cuál es el verdadero problema aquí para ti?"
"¿Qué hace que esto sea significativo para ti?"
Patrones:
"¿Has experimentado esto antes? ¿Qué sucedió en esa ocasión?"
"¿Cómo has respondido a situaciones similares?"
Emociones:
"¿Qué está sucediendo dentro de ti durante este cambio?"
"¿Qué emociones surgieron en ti con esa situación?"
Sistémico:
"¿Cómo se ve esto desde el punto de vista de la otra persona?"
"¿Qué perspectiva podrías estar perdiendo en este momento?"
Exploración de Posibilidades
En este segundo momento, ayudamos al cliente a acceder a su propia sabiduría y creatividad. No se trata simplemente de recopilar opciones, sino de expandir su perspectiva sobre lo que es posible y ayudarle a descubrir su propia capacidad para el cambio:
"Dame cinco opciones de cómo podrías abordar este desafío."
"Si fueras realmente radical, ¿qué intentarías?"
"¿Qué paso podrías dar ahora para empezar a avanzar hacia tu objetivo?"
"¿Qué te hace falta para alcanzar este objetivo?"
"¿Qué miedos, dudas u otros obstáculos internos te están impidiendo avanzar? ¿Qué necesitarías para que esos obstáculos desaparezcan por completo?"
"Todas las opciones que mencionaste implican que lo hagas tú solo. ¿Qué tipo de ayuda podrías necesitar?"
En la práctica: Utiliza preguntas que inviten al cliente a acceder a sus propios recursos, sabiduría y perspectivas alternativas:
"Cuéntame sobre alguna ocasión en que hayas superado un reto similar. ¿Qué fortalezas personales utilizaste?"
"¿Cómo se relaciona este desafío con tus valores fundamentales?"
"¿Qué consejo te daría tu yo del futuro en este momento?"
Esta combinación de preguntas para explorar tanto el estado actual como las posibilidades futuras tiene la capacidad de:
Expandir la perspectiva del cliente más allá del problema inmediato
Ayudarle a acceder a recursos internos que quizás hayan sido olvidados
Facilitar conexiones entre el desafío actual y valores más profundos
Desafiar suposiciones limitantes que restringen las opciones percibidas
Generar nuevos insights que catalicen una transformación en su forma de pensar
Punto clave de atención: En esta fase, muestra paciencia y curiosidad. La exploración eficaz necesita espacio para que surjan nuevas perspectivas, algo que no siempre ocurre de manera lineal o predecible. Balancear adecuadamente la exploración del estado actual con la exploración de posibilidades es clave para una conversación transformadora.
Ejemplo de aplicación: Siguiendo con Ana, en lugar de centrarte exclusivamente en técnicas de gestión del cambio, primero explores profundamente su experiencia actual (sus patrones de liderazgo, las emociones que experimenta ante el cambio organizativo y las perspectivas que podría estar omitiendo). Luego, la invitas a explorar posibilidades: "Si fueras realmente radical en tu enfoque de este cambio, ¿qué intentarías?" y "¿Qué tipo de apoyo necesitarías para implementar estas ideas?" Esta aproximación integral genera una comprensión mucho más rica y recursos para afrontar el reto presente.
Un reto habitual: La tentación de saltar directamente a soluciones sin explorar lo suficiente. La fase de Exploración nos recuerda que el valor más profundo surge al ayudar al cliente a descubrir sus propios insights, no al proporcionarle respuestas rápidas.
Fase 3: Integración - Consolidar el Aprendizaje y Avanzar hacia la Acción
Objetivo principal: Ayudar al cliente a integrar los aprendizajes de la conversación, definir acciones concretas y establecer mecanismos de responsabilidad.
La fase de Integración transforma los descubrimientos en movimiento hacia adelante. Sin esta fase, incluso las conversaciones más profundas pueden quedarse en meros ejercicios interesantes sin impacto duradero.
En este punto, recogemos los aprendizajes, nos comprometemos con los próximos pasos, diseñamos un plan de responsabilidad y cerramos la conversación. También es importante dedicar tiempo a celebrar lo que se ha logrado y reforzar la conexión y la confianza establecidas durante el proceso.
En la práctica: Utiliza preguntas que ayuden al cliente a consolidar aprendizajes, identificar pasos concretos y anticipar posibles obstáculos:
"¿Qué descubrimientos están emergiendo para ti de nuestra conversación hasta ahora?"
"¿Qué ha cambiado desde que comenzamos este diálogo?"
"¿Qué pasos concretos piensas dar como resultado de esta conversación?"
"¿Qué dificultades podrían surgir al implementar estos pasos?"
"¿Quién más podría brindarte apoyo en este proceso?"
Estas preguntas facilitan:
La articulación y consolidación de aprendizajes clave
El compromiso con acciones específicas y concretas
La anticipación de obstáculos potenciales
El desarrollo de sistemas de apoyo y responsabilidad
Punto clave de atención: Asegúrate de que las acciones acordadas sean específicas, medibles y verdaderamente motivadoras para el cliente. Las acciones impuestas o definidas de manera ambigua raramente generan un cambio real.
Ejemplo de aplicación: Ana identifica que su principal aprendizaje es la necesidad de separar su valía como líder de los resultados inmediatos del cambio organizativo. Se compromete a programar conversaciones individuales con tres miembros clave del equipo, reservar diariamente 15 minutos para la reflexión, y establecer un acuerdo de coaching entre pares con un colega de confianza para mantener su compromiso.
Un reto habitual: Concluir con acciones vagas o excesivamente ambiciosas. La fase de Integración nos recuerda la importancia de acciones concretas, realistas y significativas, con un claro mecanismo de responsabilidad.
Aplicando el Modelo EEI en tu Práctica
Dedica un momento a reflexionar sobre tu propio enfoque de coaching:
¿En cuál de las tres fases (Enfoque, Exploración o Integración) te sientes más cómodo/a y competente?
¿Qué fase representa para ti un área de desarrollo? ¿Qué preguntas específicas del modelo podrías incorporar de inmediato?
Piensa en una conversación de coaching reciente que, en tu opinión, no alcanzó todo su potencial. ¿De qué manera el modelo EEI podría haberte ayudado a estructurar esa conversación de forma diferente?
Te invito a documentar tus reflexiones en un diario profesional o a compartirlas con un colega o mentor de coaching.
Avanzando con el Modelo EEI
Como hemos visto a lo largo del artículo, el modelo EEI ofrece una estructura tan elegante como eficaz para conversaciones de coaching transformadoras.
Recordemos los elementos esenciales de cada fase:
Enfoque: Clarificar el tema real y evaluar la distancia entre la situación actual y la deseada.
Exploración: Trabajar con la persona en su totalidad, accediendo a recursos internos, valores y diversas perspectivas.
Integración: Consolidar aprendizajes, definir acciones concretas y establecer mecanismos de compromiso.
La belleza de este modelo radica en su simplicidad y adaptabilidad. Proporciona la estructura necesaria para guiar conversaciones eficaces, manteniendo al mismo tiempo la flexibilidad para seguir el camino único de cada cliente.
Es importante destacar que las conversaciones de coaching no son lineales, y puede que no todas incluyan las tres fases en el mismo orden o con la misma profundidad. Por ejemplo, con un cliente de confianza con quien ya has establecido una relación sólida a lo largo del tiempo, podrías no necesitar dedicar tanto tiempo a la fase de Enfoque antes de pasar a la Exploración. De igual manera, podrías estar en plena Exploración cuando te das cuenta de que el propósito de la conversación no está claro, lo que te llevaría a regresar a la fase de Enfoque.
A medida que sigas desarrollándote como coach, este marco puede convertirse en un aliado confiable en tu recorrido, ayudándote a facilitar conversaciones que generen claridad, descubrimiento y cambio significativo.
Comparte Tu Experiencia
Me encantaría conocer cómo el modelo EEI impacta en tu práctica de coaching. ¿Qué descubrimientos o adaptaciones has realizado al implementarlo? Comparte tus experiencias en los comentarios.
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Referencias
Johannsohn, L., & Hernández Tapia, J. (2021). El modelo de coaching EEI: Enfoque, Exploración e Integración. Kyooreas.
Bunjay-Stanier, M. (2020). Doma a tu monstruo del consejo [Video]. YouTube.